martes, 19 de septiembre de 2006

Levanten la mano

A ver, rapidito y sin pensarlo mucho, que si no, no vale.
Que levanten la mano aquellos que se hayan sentido en alguna ocasión como matriushkas, las muñecas rusas que engloban a otras cada vez más pequeñas. Y que lo peor haya sido sentir además que nadie se preocupa de ver que hay dentro, quedándose sólo con la primera que ven.
Que levanten la mano, bien alta y que se vea, aquellos que se han visto en la vida como conduciendo un coche, parados frente a un paso a nivel sin barreras, no sabiendo firmemente si es el momento idóneo para cruzar la vía férrea. En un paso a nivel con barrera es todo mucho más fácil, otros toman la decisión por nosotros, lo cual nos escaquea hábilmente de responsabilidades.
Más. Esas manos arriba si se han visto alguna vez en un fuego cruzado de una lucha de cárteles de narcotraficantes por hacerse con un territorio, y sentirse en medio de la balacera sin tener arte ni parte. Disparos por doquier, bandas rivales, y nosotros ahí, sin saber a quien saludar . ¿Qué he hecho yo para merecer ésto?.
Quiero ver los cinco dedos de aquellos que hayan vivido durante un cierto tiempo en medio de talibanes, o talibanas, que haberlas, haylas. Burkas, madrasas coránicas y estricto cumplimiento de las normas. Al que se sale del tiesto, lapidación al canto, y nunca mejor dicho. Pax romana, ya saben.
Arriba los cinco dedos de los que se hayan sentido en algún momento transplantados a una clase de Quinto de Químicas en la Universidad de Dubrovnik, perdidos por completo porque el uso del croata no es una de sus aficciones. Todo el mundo a nuestro alrededor se entiende a las mil maravillas, mientras nosotros ponemos sonrisa de payaso imbécil y asentimos a todo sin tener ni idea de qué demonios nos hablan.
Y que me dicen de sentirse como una revista en un kiosko a la que nadie le echa un vistazo. Nosotros luciendo nuestras mejores galas y no nos hacen caso, todos pasan de largo. Y eso que tengo en la portada a no sé quien en pelotas. Igual hasta soy yo mismo. Quizá es por eso.
Lo peor de todo es ser una minifalda y que nadie vuelva la cabeza cuando caminamos por la calle. Si alguien sintió eso, que terrible, casi mejor que no levante la mano.

10 Comments:

Blogger desconvencida said...

Una vez más me dejas sin palabras, detective...

Y me va a doler el brazo de tanto levantarlo por su culpa :)

20 septiembre, 2006 09:09  
Blogger pies diminutos said...

Detective, te superas cada día que pasa... este post es... no tengo palabras, en serio. Me lo he leído dos veces y me lo he copiado en mis archivos... no sé que me gusta más de tus escritos, si la forma o el fondo, y es que la fusión de ambos es una bomba. Por favor, no dejes de escribir aquí nunca!

20 septiembre, 2006 09:46  
Blogger Javier López Clemente said...

Excelente de nuevo, ¡¡vaya racha!!:-)

La mano alzada. Tal vez sólo sea una buena opciòn para los conciertos.
A la hora de votar urna y papeleta.
¿Cuantas veces hemos levantado la mano para no sentirnos solos?
¿Cuantas veces hemos esperado un segundo para ver quien levanta la mano y decidir que hacer con la nuestra?
La mano alzada puede ser la prueba de nuestra falta de personalidad, de criterio, de nuestra cobardía.
Aqui me quedo... haciendo inventario.

20 septiembre, 2006 16:45  
Blogger Francisco Ortiz said...

Qué agradable venir por aquí y sonreír.

20 septiembre, 2006 19:53  
Blogger Princesa said...

Por supuesto, levanto la mano. Casi que las dos...

Desde muy pequeñita...

Besos

21 septiembre, 2006 07:54  
Blogger Paula said...

Yo también levanto la mano, especialmente al leer el primer párrafo, el que habla de las matriuskas...

Un abrazo

21 septiembre, 2006 10:33  
Anonymous Anónimo said...

chapeau!!!

21 septiembre, 2006 13:45  
Blogger marta_cl said...

totalmente de acuerdo contigo.
pero a veces es de mucho agradecer pasar desapercibido. pq la gente ultimamente está muy crítica con todo. incluso con lo q no conocen... q es peor aún.
pero me gusta muhco tu manera de exponer las cosas. es muy ameno.

22 septiembre, 2006 00:59  
Blogger Fougère said...

Suelo saludar con la mano abierta, como señal de pataleo visual. Y ni flores. Salud.

22 septiembre, 2006 08:47  
Anonymous Anónimo said...

Siempre me ha gustado poco levantar la mano, tanto en el cole como en la universidad, pero aquí me siento tan a gusto como en mi casa, así que no tengo el menor reparo en hacerlo, sobre todo en el paso a nivel con la barrera levantada. Soy de las personas más indecisas que conozco... Por su puesto, me sumo a las alabanzas ("cuando el río suena, agua lleva"), y me ratifico en lo que escribí hace unos días acerca de los blogs.

23 septiembre, 2006 15:44  

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