Desobedeciendo al tam-tam
En ocasiones me levanto especialmente soviético, y sé que ese día el cuerpo me pide convertirme en un desertor, en un disidente de la tribu que escapa. Aunque intento mantenerme al margen de situaciones que me traen sin cuidado, hay otras muchas con las que, amigo, no nos queda más remedio que tragar. Gracias a los dioses, siempre queda la posibilidad de oír el tam-tam en medio de la selva, y pensar, aunque sólo sea por un instante, en desobedecer.
Disidente de todo y militante de sí mismo. Una vez utilizaron la frase antedicha para descalificar a un escritor, y yo sentí envidia por no haber podido apropiármela para ponerla debajo de mi nombre en mis tarjetas de visita.
Como es bien sabido, la Revolución de los Claveles en Portugal se inició con la emisión de la canción Grândola, Vila Morena. Al escucharla, los que se estaban confabulados contra la dictadura salazarista, supieron que ésa era la señal y empezaron las acciones. Yo me paso tardes enteras sentado frente a la radio, esperando que suene la canción que me lleve a unirme a las tropas insurgentes, al ejército de los que van al frente con mochilas atestadas de libros. O se emboscan en la sierra. En Sierra Maestra, de literatura, lógicamente.
8 Comments:
Quizás, sólo quizás, seamos demasiados esperando, sentaditos en nuestro sillón.
O tal vez la emisora sintonizada no sea la adecuada.
O las canciones ya no tienen el poder de invocar a la catarsis.
Quizás, sólo quizás.
Hola detective y gracias por tu comentario! he echado un vistazo a tu espacio, felicidades, es muy interesante. Efectivamente, Benedetti es un maestro. Saludos : )
mi querido detective, que tu tam tam sea el latir del corazon,ese no se equivoca, y no cuesta tanto seguirlo si se quiere. feliz domingo que aqui hoy esta raro el dia enciende pronto el faro que ya oscurece,,
¡¡A las barriKadas!! (de libros, claro). Salud y emoción, a partes iguales. Y pataleo crónico sin cesar.
Sigue siendo un placer leer lo que escribes... siempre me haces sonreír! Gracias!
¿y si la canción la tuvieramos que cantar nosotros?
Entonces, a lo mejor, estaríamos esperando por nada
Un abrazo, detective.
Yo quiero oír también la llamada.
Algún día llegará esa canción, mientras tanto sigue con los oídos y los ojos bien abiertos...
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