sábado, 9 de septiembre de 2006

Botiquín de emergencias

Es indispensable contar con uno de ellos cerca, nunca sabes cuando vas a tener que echar mano de él. En el momento menos pensado puedes hacerte un corte, alguien puede rasgarte el corazón o puedes precisar un analgésico. Hay que revisar periódicamente su contenido, reponer existencias y vigilar no sobrepasar las fechas de caducidad. Bien, ya lo sabes. Aplícalo a tu vida, que no te cojan por sorpresa sin haberlo previsto. Yo ya te avisé. Y pon cuidado en el empeño, seguramente ya no basta con tenerlo equipado con gasas y agua oxigenada, mercromina y tiritas. Los nuevos males acechan, y lo peor es que siguen siendo los de siempre. Lamentablemente, no todo se puede curar pidiendo árnica (¿que leches es la árnica?¿alguna vez alguien hizo uso de ella?). Sigue habiendo terribles enfermedades para las que el médico no te daría jamás la baja. Sí, ya sabes de las que te hablo. Aquellas que están en el fondo, a la derecha.
Un buen botiquín debe estar pertechado de buenos libros. Acabé de leer al angoleño Manuel Rui y su verosímil, y no por ello menos disparatada, historia que tituló Si pudiera ser una ola. La poetisa orensana Miriam Reyes me sigue cautivando con su libro Espejo negro, auténtico canto desgarrado de una mujer, sin caer en los lugares comunes al uso al que estamos ya acostumbrados. Poesía desgarrada, sucia, pero alarmantemente sincera. Mario Benedetti me deslumbra con la minuciosidad de sus minirrelatos en El porvenir de mi pasado. Sinceramente creo que cualquier persona que quiera adentrarse en lo que significa escribir, actuar quirúrgicamente con la pluma en lugar del bisturí, no debería dejar de leerlo. Descubriría, como poco, lo que es llegar al esqueleto de una historia, desechar lo accesorio, ir directamente a la médula del asunto. A veces me he mostrado crítico con la poesía del escritor uruguayo, pero debo confesar que su prosa toca lo sublime en múltiples ocasiones. Además, puedo vanagloriarme de que tuve el placer de escuchar una de sus conferencias allá en los ochenta, en mi Instituto "Pérez Galdós", en Las Palmas de Gran Canaria. Hay que ver cuantas cosas buenas albergaba aquel edificio...
Cada vez tengo mas ganas de seguir lanzando palabras al océano, esperando que el cayuco aguante y llegue a la orilla.
Cuídate.

9 Comments:

Blogger marta_cl said...

a veces el médico no tiene remedio para según q males.... es verdad.
pero hay males q nadie sabe evitar y aun así, siempre duelen. aunq los veas venir.
el unico remedio para q no duela el corazón, es no tenerlo; o tenerlo anestesiado todo el tiempo.

tienes un blog muy interesante

09 septiembre, 2006 20:39  
Blogger silversroadnottaken said...

si el corazon duele,,, es porque siente,,y no somos piedras,,, el dolor te hace crecer y madurar.. apreciarlo que tienes y lo que pierdes.. yo pienso que lo que no te mata te hace mas fuerte..... yo para mi botiquin personal..me pido musica.. mi musica que yo se...mis libros.. el manual del guerrero de la luz me ha curado muchas veces el alma,, de coelho--y el alquimista tambien por supuesto.. y si tengo que elegir una pelicula me quedo con una española que se llama "piedras" y la carta que se lee al final... la verdad es que no me habia parado a pensar esta idea.. genial detective, genial.. feliz noche en el paraiso nosotros que podemos,

09 septiembre, 2006 21:02  
Anonymous Anónimo said...

hola, aqui pepito grillo, estás silbando??? como fue el día???
Acabo de acostar a mis enanitos, no te dije que vivo en varios cuentos a la vez??? un abrazo!!!

Hola silver...comenté en mi blog acerca del alquimista, libro que se me atragantó varias veces, pero ahora confieso que he sacado punta a muchas verdades gracias al libro.

09 septiembre, 2006 22:41  
Blogger gaia56 said...

tienen muy buena pinta tus tiritas y desinfectantes...
me apuntaré la poeta orensana.

10 septiembre, 2006 10:43  
Blogger gaia56 said...

Por cierto, me gustan tus recuerdos del Instituto, conozco el Pérez Galdós... fue profe en aquellos años en el instituto de Agüimes.

10 septiembre, 2006 10:48  
Blogger Paula said...

Pero mira que escribes bien...

Y así, con la boca pequeña, te diría que tan poco está tan mal que el corazoncito duela de vez en cuando. Así le hacemos caso y le buscamos un remedio ¿no?

Un abrazo

10 septiembre, 2006 11:48  
Blogger pies diminutos said...

Muy bien, también tengo yo mi botiquín de urgencias, por si acaso... en él están Pedro Salinas, Ángel González, Eduardo Galeano, Ramon Gómez de la Serna y algunos más... son mano de santo!

10 septiembre, 2006 12:47  
Blogger desconvencida said...

Coincido con tu opinión sobre la prosa de Benedetti, a mi también me llega mucho más que su poesía, que es la que más fama (dejando "La tregua" a un lado) le ha dado... Supongo que es porque ese tipo de poesía no me gusta del todo...

10 septiembre, 2006 22:46  
Blogger Pilar M Clares said...

"El porvenir de mi pasado" fue mi libro de cabecera durante mucho tiempo, y eso quiere decir que no me resignaba a dejar de leer sobre lo leído. COincido en esa idea de esencia narrativa.
Por las fechas de este psot creo que no conocía este blog, es un placer bucear en él ahora. Sigo buscando. Besos

16 noviembre, 2007 19:49  

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