martes, 5 de septiembre de 2006

Análisis sintáctico

Me gusta la morfosintaxis. Cuando la aprendí en el colegio, simplemente la ejecutaba, no producía en mí ningún tipo de reflexión, ningún tipo de repulsa ni de admiración. Era algo que había que hacer y ya está. Cuando profundicé un poco en ella en la Universidad, capté sentidos ocultos que contribuyeron a hacerla más cercana. Hoy me doy cuenta de que tiendo a observar mucho de lo que ocurre a mi alrededor como si de realizar un análisis sintáctico se tratase, como no podía esperarse menos de un buen detective. Cualquier hecho debe ser mirado en conjunto, y luego ir desmenuzándolo poco a poco, adjudicándole a cada parte de ese todo la responsabilidad exacta que tiene en el desarrollo del conjunto. Tomen papel y lápiz, las preguntas al final. Godoy, no se me despiste, que esto cae en el examen.
Importancia fundamental tienen los sujetos, y las acciones que acometen. Cualquier complemento que hallen en el sujeto, va a contribuir a aumentar la información que tenemos de él. Si el complemento de marras va bien conjuntado con el resto, tienen la inmensa suerte de encontrarse ante alguien que se preocupa por su estética, salvo si el complemento es de Loewe, que habrán dado ustedes con una manirrota. Pero lo que nos importa es lo que se predica, el predicado. Las formas verbales son de vital importancia, como corresponde a cualquier tipo de formas. Incluso si esas formas son sagradas, entonces son la hostia. Ya me lo decía mi abuela, no olvides nunca las formas. Y llegamos a mi parte preferida, el rol que a mí me encanta ejecutar en primera persona. El Objeto Directo. Como me gusta ser objeto directo, a ser posible con aviesas intenciones, de alguna mujer que me fascine. Más fastidiado es cuando te conviertes en Objeto Indirecto. Eso significa, en un amplio porcentaje de los casos, que ya ha entrado otro Objeto Directo, más bien directísimo, entre ceja y ceja de la aviesa. Lo más probable es que termines siendo un simple Complemento Circunstancial en la vida de la susodicha, ya sea de modo, de tiempo o de lugar. Eso te pasa por liarte con una manirrota, se le veía desde el principio, pardillo.
El mejor empleo, morfosintácticamente hablando, es cuando te toca en una oración copulativa. Tienes muchas posibilidades de ser el Atributo. Si no terminas cambiando este tipo de oración en una exclamativa, estás perdido, muchacho.

7 Comments:

Anonymous Anónimo said...

profeee.. cuándo va a ser el exámen? tengo varias dudas sobre la oración copulativa y exclamativa. No encuentro el dichoso atributooooo! Necesito unas clases particulares intensivas. No cree?

05 septiembre, 2006 21:26  
Anonymous Anónimo said...

Primero inténtalo tu solita.
Y si no puedes,pide ayuda.Asi no aprenderás nunca.

05 septiembre, 2006 22:49  
Anonymous Anónimo said...

no puedo, no puedo...ayuda!

05 septiembre, 2006 23:02  
Anonymous Anónimo said...

Jajajaja. Muy bueno. Me he reído muchísimo. Mil gracias.

06 septiembre, 2006 16:11  
Blogger desconvencida said...

Lo que puede dar de sí la morfosintaxis, sí señor, nunca lo hubiese dicho :D

06 septiembre, 2006 18:46  
Blogger silversroadnottaken said...

pos yo pienso ( luego existo) que el indirecto es ma interesante porque asi las cosas no son tan faciles,, al no ser directas tiene mas encanto,,,aunque me quedo con la libertad de los adverbion en sus 1000 circunstanciales,,, que cuando no encajaba en ninguno te lo inventabas a modo de " circunstacial de risa", de instrumento, de lugar de espacio,,, ( sera la luna...) jajjaaahh by the way.. viva el lotero de sort. y su botijo (circunstancial de deseos y espacio)...un saludo... desde el paraiso aunque hoy hace demasiado calor para ser el paraiso

06 septiembre, 2006 20:38  
Anonymous Anónimo said...

saben q? no se lo q es un objeto directo, indirecto !!! me podria alguien ayudar? xD

30 mayo, 2007 01:43  

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