Sueño con manzanas
La forma redondeada de las manzanas siempre me recuerda a tí. Aún ahora mantengo la duda de si alguna vez llegamos a entendernos realmente, o si lo único que terminamos haciendo fue firmar un pacto de no agresión, simplemente. Realmente no agredirnos es un deporte francamente placentero, yo diría que por encima incluso de jugar al hockey sobre coles de bruselas. Mis palabras fueron siempre las que abrieron caminos, pero también terminaron siendo las que sobornaron al conductor del tren que nos llevaba, conminándolo a dejarnos a cada uno en una estación diferente.
Hablar a solas termina siendo tarea de locos, dicen. Habría que pensar cual sería, entonces, una forma eficaz de sacar los demonios internos que nos carcomen. Algunos solventan el problema entrando en un Macdonalds de Wisconsin, recortada en mano y repartiendo invitaciones a una temporada en el purgatorio. Yo casi prefiero jugar a seguir imaginando como habría sido todo si hubiera hecho cambios en la alineación del partido. Sabes de sobra que sigo siendo el tipo que mas tiempo dedica a elucubrar de toda la Comunidad Autónoma(¿te acuerdas cuando te conté que cuando oí por primera vez la palabra elucubrar pensaba que era sinónimo de eyacular? Pues nada, que ya aprendí la diferencia y que el verbo lo he colocado bien esta vez en la frase)
Pero sí, sueño en los últimos días con manzanas, y sé que es soñar contigo. No con melones, ni afortunadamente, con peras. Con dulces manzanas que me recuerdan a tí, a Newton y la pecadora Eva.
1 Comments:
El detective k sueña con manzanas es un libro extraordinario. Todavía no se ha publicado pero se comenta k va a ser d los k enganchan al lector de madrugada. Es prosa pero también es poesía. Es de los k incentivan a meterse dentro de la historia, a vivirla prolongadamente toda la noche y a soñar, también, con tiempos medidos en otros relojes.
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