sábado, 17 de junio de 2006

Decepciones

Ando últimamente algo decepcionado con la especie humana, subespecie gente cercana a mí. Parece que nos hemos instalado todos en aquella terrible frase, egoísta e insolodiaria de "tu problema es tu problema, no el mío", o, a lo peor, con una solidaridad gastada, tibia, carente de valor. La misma que desplegamos cuando vemos los que mueren en las pateras cruzando el océano, "pobrecitos", y seguimos a nuestros quehaceres. Analizar esta situación, aplicándola a mi y al momento en el que estoy inmerso, es francamente doloroso. Creo que lo que mas me hace daño y me hiere es esta suerte de memez social en el que nos hemos visto envueltos, donde vivimos en compartimentos emocionales completamente estancos. No parece haber lugar para el dar un paso adelante, el distinguirse de los demás. La consigna, no escrita pero asumida por todos es "no te metas en problemas".
Y así nos va, causandonos mas problemas por no atajarlos a tiempo, por no ser eficaces emocionalmente, salvo si lo hacemos a tiempo parcial.
Estoy por crear una Brigada Afectuosa Social. Voluntarios, simpatizantes y aficción en general, nos vemos en las barricadas de lo cotidiano. Ahí se dirimen las luchas mas encarnizadas de hoy en día.
(Hoy estuve pensando en los días que hemos sido tan felices. Nunca se borrarán.Necesito acorazarme con sensaciones vertiginosas que me mareen)

2 Comments:

Blogger Elena said...

Es curioso cómo la gente se ha apoltronado en una dolorosa combinación: falta de cariño y sobrada de egoísmo (perdón por la rima). La bilis, el odio y el resentimiento, la ausencia de solidaridad, están a la orden del día. Por ejemplo: ayer por la tarde, en la calle, un niño muy pequeño, jugando, se cayó al suelo. Su abuela no podía levantarlo y NADIE se acercó a ayudarle, sólo mi novio y yo, y eso que hablamos de un parque bastante frecuentado. Me apunto a ese Comando de Abrazos...

18 junio, 2006 15:04  
Anonymous Anónimo said...

Leer esto me ha recordado una situación vivida en EEUU (podía haber sido en cualquier parte). Un hombre bebido al atravesar la calle quedó tendido en la calzada, sus gafas rotas y las cosas que llevaba en una bolsa desperdigadas. Me acerqué, no podía levantarlo sola, nadie me ayudaba. Llamé la atención a un coche de policía que pasaba...y nos esquivó a ambos para no atropellarnos, solo eso, no hicieron nada. Me quedé perpleja, claro. Cuando conseguí llevarlo hasta la acera, y recoger sus cosas, miré con cierto desprecio a los que se iban parando curiosos y pensé que tenemos el corazón de madera...
Mas vale que haya mucha participación de voluntariado en tu propuesta. Sería de agradecer.

25 noviembre, 2006 20:15  

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