Torpezas en albornoz
Para hablar conmigo mismo precisaba de cita previa. Se me acumulaban septiembres entre la esponja de la ducha y la toalla que me recordaba el tacto de tu piel. Mientras me duchaba pensaba obsesivamente en todo lo que debería decir, contar y sentir a lo largo del día, las cobardes frases que dejo que se pudran en el interior, los rastros de arena que dejan tus risas en las alfombras que van desde tus ojos a los míos y el fastuoso olor a jabón de frutas tan exóticas como imposibles que exhalan los besos que torpemente no nos damos.
El albornoz que me ponía al secarme intentaba que aprendiera de tus caricias, pero fue una maniobra tan vana como absurdamente poética.
Me sentía un profesional de la torpeza, confundido como el que escribe y por ello se considera escritor. La prenda blanca y algodonosa era sólo un disfraz que me ponía al salir del sancta sanctorum, y al cubrirme con ella sentía que eran tus brazos los que me abrazaban.
El resto del día era una carretera comarcal inmensa, recta y torpemente alquitranada. Conducía por ella mientras imaginaba como debía oler tu crema hidratante.
Estaba convencido, y aún lo sigo estando, de que en alguna habitación de hotel había una bañera que nos esperaba ansiosa. Deberíamos llenarla. Aunque fuera de torpes y vacilantes amagos de besos y abrazos.
25 Comments:
Y un espumoso baño de esperanza nos aguarda.
Es bello pensar que existe esa bañera...ánimate a llenarla
Es la primera vez que me decido a dejarte un comentario, aunque no a leerte.
Definitivamente, llena esa bañera, bésate largamente, que no habrá jueces que midan, y luego, hazlo literatura.
Un saludo :)
Es un usted un acróbata de imágenes. Me ha encantado esta búsqueda en albornoz.
¿Quién no se ha sentido así una vez? Parece fácil pero cuesta llevarlo a la realidad, pero sí, debemos ser valientes...
Espero que no tenga que pedir cita previa para leerte, si así, avisa,jajaja.Es broma. Un abrazo.
nunca dejarás de sorprenderme...
ánimo con esa bañera!
¡Jooo! detective... yo no sé si estás enamorado o te gustaría estarlo, si eres correspondido, o por el contrario, te dan calabazas. Lo que sí sé es que escribes de cojón, que me encanta tu estilo...
¿Esto ya te lo había dicho antes? ¿No?
Besos con eco,
Hermoso deseo,detective...
Tendrías que intentarlo al menos,¿no? ;-)
Mis saludos.
Esos septiembres que se te acumulan entre la esponja y la ducha me han dejado fascinada. Aquí diríamos "alelá"...
Besos, y sigue investigando
Me podrías contactar? Te dejo mi mail. Quisiera saber sobre tus textos.
contrasilencio@yahoo.com.mx
Paso por aquí siempre. Hay veces en que prefiero no dejar comentarios, nada de lo que diga puede superar a lo que escribes. Me encantas.
Sólo entro, leo y disfruto.
Besos
Cuando tengas tiempo, pásate un momento por mi blog, hay algo en él para ti.
el recuerdo a veces es más intenso y vivido que la realidad, la realidad no siempre se siente, pero los recuerdos solo son construcciones de sensaciones; por eso se viven más.
El recuerdo del presente es la mejor sensación
Busca esa bañera detective, me gusta en albornoz (mas si cabe )
Besos
Recuerdo en mi niñez a esas borricas que, al llegar la tarde y concluir su faena, corrían y se las pelaban por llegar a la cuadra donde las esperaba la alfalfa fresca y las espuertas de granzas olorosas...¡Tener un lugar al que volver cuando las muchas carreteras comarcales de tu vida jamás parecen conducir a alguna parte!...
Siempre dije que los albornoces me "rascaban"; ya desde pequeña fue así a pesar de haber desfilado por el baño albornoces de todos los colores y dibujos... Desde entonces les tengo mi guerra declarada; de cabeza a la bañera, cuando salga...ya veremos ;))
Un beso,
Lena.
Lo malo de las bañeras es que muy llenas, se desbordan y ponen el suelo perdido y, por otro lado, el agua tarda poco en dejar de estar caliente.
es curioso pensar en la ducha todo lo que debe sucederte en el día..
y al final las bañeras aparecen cuando menos lo piensas ¿no?
saludos.
Es bueno pensar en alguien y/o en algo, siempre y cuando eso no te haga daño.
Si eso te hace sentir bien...disfrútalo!!.
tan domésticas escenas de albornoz para tan domesticado detective ¿o era amaestrado?
Los albornoces acaban oliendo humedad de pensión triste. Es mejor compartir la bañera y otras humedades más prometedoras...
Señor detective, sus pensamientos en la bañera y los mios se parecen muchisímo. Será que usamos el mismo jabón del deseo. Me encanto. Saludos.
Ha ganado usted un lector. Qué más puedo decir.
¡¡ que bonito !!.
Que forma mas bonita de hablar...
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