domingo, 7 de octubre de 2007

Torpezas en albornoz

Para hablar conmigo mismo precisaba de cita previa. Se me acumulaban septiembres entre la esponja de la ducha y la toalla que me recordaba el tacto de tu piel. Mientras me duchaba pensaba obsesivamente en todo lo que debería decir, contar y sentir a lo largo del día, las cobardes frases que dejo que se pudran en el interior, los rastros de arena que dejan tus risas en las alfombras que van desde tus ojos a los míos y el fastuoso olor a jabón de frutas tan exóticas como imposibles que exhalan los besos que torpemente no nos damos.
El albornoz que me ponía al secarme intentaba que aprendiera de tus caricias, pero fue una maniobra tan vana como absurdamente poética.
Me sentía un profesional de la torpeza, confundido como el que escribe y por ello se considera escritor. La prenda blanca y algodonosa era sólo un disfraz que me ponía al salir del sancta sanctorum, y al cubrirme con ella sentía que eran tus brazos los que me abrazaban.
El resto del día era una carretera comarcal inmensa, recta y torpemente alquitranada. Conducía por ella mientras imaginaba como debía oler tu crema hidratante.
Estaba convencido, y aún lo sigo estando, de que en alguna habitación de hotel había una bañera que nos esperaba ansiosa. Deberíamos llenarla. Aunque fuera de torpes y vacilantes amagos de besos y abrazos.

25 Comments:

Blogger Sintagma in Blue said...

Y un espumoso baño de esperanza nos aguarda.

07 octubre, 2007 12:19  
Blogger Ariadna said...

Es bello pensar que existe esa bañera...ánimate a llenarla

07 octubre, 2007 22:55  
Blogger Mityu said...

Es la primera vez que me decido a dejarte un comentario, aunque no a leerte.
Definitivamente, llena esa bañera, bésate largamente, que no habrá jueces que midan, y luego, hazlo literatura.
Un saludo :)

08 octubre, 2007 01:53  
Anonymous Anónimo said...

Es un usted un acróbata de imágenes. Me ha encantado esta búsqueda en albornoz.

08 octubre, 2007 09:00  
Blogger LiLuh said...

¿Quién no se ha sentido así una vez? Parece fácil pero cuesta llevarlo a la realidad, pero sí, debemos ser valientes...

08 octubre, 2007 09:36  
Blogger Gubia said...

Espero que no tenga que pedir cita previa para leerte, si así, avisa,jajaja.Es broma. Un abrazo.

08 octubre, 2007 15:56  
Blogger elgritodeltiempo said...

nunca dejarás de sorprenderme...
ánimo con esa bañera!

08 octubre, 2007 16:32  
Blogger Aprendiza de risas said...

¡Jooo! detective... yo no sé si estás enamorado o te gustaría estarlo, si eres correspondido, o por el contrario, te dan calabazas. Lo que sí sé es que escribes de cojón, que me encanta tu estilo...
¿Esto ya te lo había dicho antes? ¿No?

Besos con eco,

08 octubre, 2007 17:11  
Blogger Isabel said...

Hermoso deseo,detective...
Tendrías que intentarlo al menos,¿no? ;-)
Mis saludos.

08 octubre, 2007 20:26  
Anonymous Anónimo said...

Esos septiembres que se te acumulan entre la esponja y la ducha me han dejado fascinada. Aquí diríamos "alelá"...

Besos, y sigue investigando

08 octubre, 2007 23:46  
Blogger Román Ahuí said...

Me podrías contactar? Te dejo mi mail. Quisiera saber sobre tus textos.

contrasilencio@yahoo.com.mx

10 octubre, 2007 11:48  
Blogger mel said...

Paso por aquí siempre. Hay veces en que prefiero no dejar comentarios, nada de lo que diga puede superar a lo que escribes. Me encantas.
Sólo entro, leo y disfruto.
Besos

10 octubre, 2007 19:31  
Blogger memento said...

Cuando tengas tiempo, pásate un momento por mi blog, hay algo en él para ti.

11 octubre, 2007 09:08  
Blogger Caiguar said...

el recuerdo a veces es más intenso y vivido que la realidad, la realidad no siempre se siente, pero los recuerdos solo son construcciones de sensaciones; por eso se viven más.
El recuerdo del presente es la mejor sensación

11 octubre, 2007 16:28  
Blogger Churra said...

Busca esa bañera detective, me gusta en albornoz (mas si cabe )
Besos

11 octubre, 2007 21:45  
Blogger El Toro de Barro editorial said...

Recuerdo en mi niñez a esas borricas que, al llegar la tarde y concluir su faena, corrían y se las pelaban por llegar a la cuadra donde las esperaba la alfalfa fresca y las espuertas de granzas olorosas...¡Tener un lugar al que volver cuando las muchas carreteras comarcales de tu vida jamás parecen conducir a alguna parte!...

12 octubre, 2007 09:07  
Blogger Lena said...

Siempre dije que los albornoces me "rascaban"; ya desde pequeña fue así a pesar de haber desfilado por el baño albornoces de todos los colores y dibujos... Desde entonces les tengo mi guerra declarada; de cabeza a la bañera, cuando salga...ya veremos ;))
Un beso,
Lena.

12 octubre, 2007 11:11  
Blogger Carlos Paredes Leví said...

Lo malo de las bañeras es que muy llenas, se desbordan y ponen el suelo perdido y, por otro lado, el agua tarda poco en dejar de estar caliente.

12 octubre, 2007 13:29  
Blogger gaia56 said...

es curioso pensar en la ducha todo lo que debe sucederte en el día..
y al final las bañeras aparecen cuando menos lo piensas ¿no?
saludos.

12 octubre, 2007 17:55  
Blogger Niña said...

Es bueno pensar en alguien y/o en algo, siempre y cuando eso no te haga daño.

Si eso te hace sentir bien...disfrútalo!!.

13 octubre, 2007 10:53  
Blogger Ale said...

tan domésticas escenas de albornoz para tan domesticado detective ¿o era amaestrado?

13 octubre, 2007 11:16  
Blogger Lula Fortune said...

Los albornoces acaban oliendo humedad de pensión triste. Es mejor compartir la bañera y otras humedades más prometedoras...

13 octubre, 2007 20:06  
Blogger Nobska said...

Señor detective, sus pensamientos en la bañera y los mios se parecen muchisímo. Será que usamos el mismo jabón del deseo. Me encanto. Saludos.

23 octubre, 2007 22:19  
Blogger Emilio Calvo de Mora said...

Ha ganado usted un lector. Qué más puedo decir.

24 octubre, 2007 07:16  
Blogger Arbillas said...

¡¡ que bonito !!.

Que forma mas bonita de hablar...

19 noviembre, 2007 14:37  

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