Consecuencias de actos incontrolados
En una incontrolada sucesión de azares, un día llegó hasta mis manos un libro de poemas de Ángel González. Éste me presentó a otros de sus amigos, y desde aquel momento supe que mi visión del mundo estaba cambiando. No leí un libro. El libro me enseñó a leerme a mí.
Alguien se acercó un día e instaló un GPS en mi corazón. Siento desde entonces como todas las bocacalles siguen llevándome hacia sus manzanas. Perdón, su manzana. Su barrio no es mi barrio, pero yo sigo yendo por allí a hacer mi ronda.
Un día disparé una bengala al aire en medio del océano, al ver que el carguero donde iba se estaba hundiendo. Nadie vino a rescatarme. Al poco, descubrí que otro buque también había disparado a su vez otra bengala. Nos unimos mientras nos hundíamos. Sacamos las orquestas a la cubierta, fue todo muy emocionante. Oir un vals mientras tienes el agua al cuello es algo que nunca se olvida.
Mientras a mi alrededor siga habiendo este tipo de carambolas eficaces, sabré que aún tengo aliento para seguir pidiendo otra botella con la que seguir brindando, aunque se den de tarde en tarde las ocasiones para hacerlo. Seguiré metido de lleno en el contrabando de emociones, pululando a oscuras con mi botín e intentando colocarlo a los postores mas avezados. Por supuesto, seguiré evadiendo todos los impuestos afectivos que me sea posible. Los guardo en mi propio paraiso fiscal, esperando llegue el momento de dilapidarlos.
10 Comments:
Me llega mucho este post.
Creo que hay muchos que todavía llevamos un polvoriento mapa de la época de Solís o de Caboto, donde las costas no estan bien dibujadas y se pensaba todavia en monstruos marinos...
He tenido que gastarme todos mis dineros del paraíso fiscal.. pero tengo muchos planes de ahorrar.
Eso sí... hay una puerta perdida en medio del océano, que tal vez se abra y me lleve a alguna parte... de momento me aferro al picaporte, y, sobre ella , me mantengo a flote
Gracias... es un delicioso Post
A.-
¿Eres músico?
Buen fin de semana. Gracias por escribir y compartir...
Es una verdadera delicia leerte.
Por simple casualidad he nafraugado hasta este blog donde, a buen seguro , naufragaré más a menudo...
Por lo que he visto, compartimos además un compañero exquisito de lectura y de conversación...
Un auténtico placer esta primera toma de contacto!!
Yo creo ( me parece que como tú) que el azar nos busca. Tengamos fe que nos encontrará. En contadas pero maravillosas ocasiones...
si,brindar , cristal contra cristal,tantas vidas y tantos espejos acariciándose, en el límite de la fractura,..como queriendose romper..que bonita forma de celebrar que las casualidades no son fruto del azar, y que en nuestras copas ,en nuestro mirada está la complicidad de confiar en el destino, en la vida que nos lleva por caminos que al final no sabemos si escogimos o no,,ese era tu barrio, y en tu libro tamnién está tu barrio, las calles en tus venas, el alcohol en tu sangre, la verdad, sólo en la noche.
Ya que me encantan los libros... ¡Cuánto me agradaría ver esta magnífica serie de textos formando uno de ellos!
Por cierto, muy bonito eso de sacar las orquestas a cubierta cuando el barco se está yendo a pique. ¿Sucede en algún otro lugar además de en "Titanic"?
"El libro me enseñó a leerme a mí."
eso es lo que me pasa cuando vengo por aqui
leerte me muestra lo que llevo conmigo
Un abrazo
Y apoyo la idea de publicar tus textos...
Qué bonito que un libro te enseñará a leer y qué bonito que puedas recordar cual fue y decírnoslo... me sumo a la última frase dicha por Paula. Realmente, este blog es de lo mejorcito que hay por la blogosfera (y sabes que no lo digo por quedar bien). Sigo viendo en él el espíritu de Girondo, como otras veces te he dicho. Un abrazo!
Ahhh con tu blog he recordado al hombre que fue jueves de chesterton y otros cuentos suyos, el ambiente detectivesco, la busqueda de lo que no se sabe, las emociones, los momentos infinitos
El libro que te enseña a leerte a ti mismo: Ángel González debería de leer este texto, qué satisfacción le reportaría.
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