jueves, 3 de agosto de 2006

Libro de reclamaciones

Al primero que me pueda presentar el libro de reclamaciones de la vida, tiene en mí un amigo para siempre...Me pregunto porqué todo no podrá funcionar como uno mas o menos lo tiene previsto. Si es que, al final, nunca entendí que problema tenía Truman, jolín, una vida hecha a medida. Está visto, Dios le da pan a quien no tiene dientes. Querría uno cubrir tantos flancos, podar a tiempo ramas que se salen del jardín que no llega a todo. Y no es fácil trasladar que no todo es entendible sólo con palabras, que no todo es justificable ni tiene que serlo. En ocasiones, lo mas simple, el detalle más nimio y menos apreciable es el que nos alegra el día, el que hace que encontremos solución a la ecuación que nos plantea la vida. La alegría es un escote generoso con el que nos cruzamos a veces por la calle y al que miramos secretamente, sin estridencias.
Cielos, hoy me he levantado especialmente soviético. Como encuentre una barricada en medio de la calle, juro saltar y ponerme del lado de los sublevados.

4 Comments:

Blogger desconvencida said...

Jajaja, me ha hecho gracia que compares la alegría con un escote, muy bueno :)

03 agosto, 2006 16:41  
Anonymous Anónimo said...

Mira por donde me has dado la idea.... El show de Truman.Pues sí,hay veces que creo que el guión ya esta escrito, y nos limitamos a actuar.
¿Crees tú que en algún momento hemos "rasgado" nuestro decorado del plató y actuado fuera de guión?
Fué una película que me impactó.

05 agosto, 2006 10:29  
Blogger El detective amaestrado said...

Seguro que, al menos, lo hemos intentado. Habría que plantearse si esa ruptura con el guión no es parte misma del guión...

05 agosto, 2006 11:13  
Blogger El detective amaestrado said...

Seguro que, al menos, lo hemos intentado. Habría que plantearse si esa ruptura con el guión no es parte misma del guión...

05 agosto, 2006 11:13  

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